Al observar el trabajo de Emma Lindtsröm uno se siente transportado a otra dimensión de colores y formas. Puede ser que en sus pinturas veas el universo, la tierra vista desde el espacio exterior o un micro cosmos, pero hay una constante: La maravillosa energía casi tangible de la profunda conexión que tiene Emma con la música. En entrevista exclusiva con Pébéo, la joven y exitosa artista sueca nos habla de su proceso creativo, su inspiración y más.

Siempre he tenido la necesidad de expresarme así como de expresar la energía que se mueve a través y dentro de mí. Esta expresión comenzó musicalmente a través de la batería y varios instrumentos, pero en la escuela preparatoria encontré la pintura como el medio más poderoso de expresión para mí. A partir de ese momento no ha habido marcha atrás para mí. Todavía hago música también, pero me gustaría pensar que con mi trabajo también creo música para los ojos.

La música es por seguro la mayor inspiración en mi trabajo. Escucho música todos los días y todo el tiempo cuando pinto, y realmente siento que el arte que creo corresponde emocional y energéticamente a la música que encuentro más cercana a mi corazón. La energía que me toca o me mueve más puede ser retratada de muchas maneras diferentes, pero lo que busco en la música, cuando se trata de ambiente y estado de ánimo, me viene naturalmente en forma de colores cuando pinto.

El proceso es, como la vida misma, un equilibrio entre el control y el azar. No hago demasiada planificación por anticipado, sino que permito que el proceso mismo me guíe. Es un proceso tanto terapéutico como creativo. Por supuesto que planeo en cuanto a qué colores y el estado de ánimo que estoy buscando, o más bien lo que encaja en el estado de ánimo que estoy en el momento, pero después de esto, es hora de dejar ir un poco de control, aunque todavía soy yo quien está en el asiento del conductor. Cuando trato de crear algo que no corresponde a donde estoy emocionalmente en este momento, el resultado nunca termina bien. El proceso simplemente no me permite ser "falsa" o hacer algo que no soy auténticamente yo. Cuando el vertido y el fluir ha terminado, es hora de dar un paso atrás y ver lo que se está revelando ante mí esta vez. Después de eso, lo envuelvo todo mejorando, resaltando y formando la pieza de acuerdo a lo que creo que quiere ser. Así que por mucho que me sorprenda, tampoco lo estoy, porque cuando se hace, se siente como en casa. No podía imaginar un mejor proceso creativo para mí, para ser tomado para montar cada vez y finalmente terminar seguro en casa, ¿qué más puedo pedir?

Por el momento creo que es bastante obvio en mi trabajo. La primera es, por supuesto, azul. Hay algo tan relajante y excitante sobre ese color para mí ... realmente no puedo ponerle palabras. El segundo supongo que sería púrpura. Pero, de nuevo, ningún color es una isla, sin otros colores es simplemente plano. ¡Es la mezcla y la coincidencia y el estrellarse que es emocionante!

Los acrílicos siempre han sido mi elección de pinturas. He probado un poco de óleos y también uso pintura en aerosol y otros medios, pero hay algo especial sobre los acrílicos, por supuesto ... Es muy fácil trabajar con ellos y es tan divertido mezclar con otras cosas para obtener diferentes tipos de reacciones y como soy muy impulsiva e inquieta, necesito material que no tome semanas para secar. Pero por supuesto, siempre estoy abierta a probar cosas nuevas, y gran parte de mi proceso creativo depende de encontrar nuevas técnicas y medios que hagan que suceda algo nuevo. ¡Así que definitivamente es un experimento sin fin!

¡Solo hazlo! No pienses demasiado en las cosas, y trata de no escuchar tus propios temores y dudas. La vida es creativa, así que hay que montar la ola y pasar la energía creativa a los demás. El arte puede ser divertido, no importa lo que te enseñen en la escuela.